Curar el mate sella sus poros, evita el sabor amargo y amaderado de la calabaza en la infusión y previene la formación de hongos. Este proceso lo prepara para absorber el sabor único de la yerba y mejora su durabilidad.

1) Llená el mate con yerba usada. Asegurate de que esté húmeda. Tiene que estar lleno pero sin llegar a la virola.

2) Dejá reposar por 24 hs.

3) Pasado ese tiempo lo podés vaciar y raspar el interior con una cuchara.

¡Y listo! ¡Ya podés disfrutar de un rico matecito!